¿REFLEXIONES O VIVENCIAS?

No me hace falta ir muy lejos para hablar de discriminación. La he sentido en mi persona desde que era niña, tengo 60 años.

En la escuela del pueblo había aulas de niños y de niñas, no nos juntábamos ni siquiera en el recreo.

¡Qué mala suerte tenía yo! La naturaleza quiso que fuera bajita y como no tenía la altura del resto de niñas, éstas no me aceptaban en su grupo ¿Es esto discriminación directa abierta? Quizás no, quizás solo eran cosas de niñas, pero siempre me sentí discriminada. Pues no se quedaba ahí la cosa, como yo estaba siempre con mis primas y una de ellas no era muy agraciada, me decían que podría ser que a mí me aceptaran, pero a mi prima no. ¿Es esto discriminación por asociación? Como no aceptaban a mi prima, pues a mí tampoco. También había algo de superioridad de las dirigentes del grupo (posición económica acomodada) eran las que decidían quien sí y quien no entraba en el grupo, el resto acataba sus normas y hacían lo que les mandaran, siempre teniendo claro quién mandaba. ¿Es esto discriminación por asociación? Fuera lo que fuera, de pequeña me sentía inferior que el resto.

En aquellos años no se consideraba discriminación, pues la palabra ni siquiera se conocía como tal.

Mi padre quería que sus hijos e hijas estudiaran una carrera, que tuvieran un porvenir, y se le ocurrió  preguntar al director de la escuela que qué le parecía que su hija estudiara, a lo que le respondió que mejor era que se quedara en casa, ayudara a la madre y aprendiera corte y confección, que las carreras en las mujeres es dinero perdido. ¿En este caso podemos hablar de discriminación entre hombres y mujeres? Los hombres sí estudian, las mujeres no estudian. Rompiendo todas las barreras que encontré por el camino, hice la carrera a los 30 años, después de casarme y tener hijos.

No soporto los malos comentarios contra los inmigrantes. Hay personas que los detestan, que están en contra de que se los deje entrar en España y solo esperan que no los dejen entrar o que una vez aquí los devuelvan a su país. No nos acordamos de que hubo años en que nosotros fuimos a otros países donde muchas familias echaron raíces y allí se quedaron.

Trabajé en una empresa cuyos jefes se sentían superiores a los trabajadores, en más de una ocasión tuve que parar los pies a uno de ellos para quien humillar a ciertos trabajadores a los que consideraba débiles, se convirtió en algo habitual y siempre amenazando que para eso les daban trabajo.

Si hay discriminación es porque existen personas que se sienten superiores a los demás y en su afán de dominar al prójimo y hacer ver que son superiores no escatiman esfuerzos. Me da mucha pena ver como cada vez hay más delitos de odio, como se atenta contra personas a las que se les “cree” diferentes, porque no lo son.

No quiero olvidarme de todas aquellas personas que por una u otra razón (sexo, raza, etc.) se sienten discriminadas. Ciertos colectivos que llevan años haciéndose visibles contra viento y marea, y aun así queda mucho camino que andar. Cuesta, pero se conseguirá.

Todos somos iguales.

“Ciudadanos del mundo”. Enrique Búmbury

Victoria BM

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